La disglosia es una alteración del habla
o trastorno del lenguaje de tipo orgánico.
Puede deberse a un trastorno en uno o
varios de los órganos que conforman el aparato que trabaja en la articulación
de los sonidos y el habla. Por ejemplo, una alteración en la lengua, el
paladar, los labios, la mandíbula o incluso los dientes.
Causas
Las causas de estas alteraciones o
trastornos en los órganos que intervienen en la habilidad del habla son varias:
- Anomalía congénita de nacimiento: Pueden haberse dado alteraciones durante el desarrollo del embrión que impiden el correcto desarrollo de los órganos bucales o periféricos.
- Factores genéticos o hereditarios.
- Por lesión o traumatismo.
- Parálisis.
- Trastorno durante el crecimiento o desarrollo craneoencefálico.
- Debido a alguna intervención quirúrgica orofacial. El sistema orofacial se encarga de funciones fisiológicas que incluyen acciones vitales como respirar, tragar o hablar.
Señales de alarma
- Se detecta una alteración en alguno de sus órganos fonadores.
- El desarrollo cognitivo del niño va con mayor lentitud que la del resto o tiene complicaciones para seguir las lecciones en la escuela.
- El niño/a presenta dificultad para hablar con los demás o incluso rechaza tener que comunicarse con los demás.
- El niño/a emite sonidos silábicos o palabras, pero con dificultad, puede darse el caso que tarde mucho en transmitir lo que quiere decir o incluso que repita palabras o sílabas.
- Tiene dificultad al hablar que le hace tensar demasiado sus músculos, en los órganos que intervienen en la función de lenguaje oral o bien le cuesta respirar al hablar.
- Se detecta menor rendimiento en la escuela.
Tipos
- Disglosia labial. La disglosia se debe a una alteración en los labios. Por ejemplo, con labio leporino, fisuras labiales o cuando existe un frenillo en el labio de arriba. También si existe una parálisis facial que afecte a los labios.
- Disglosia dental. En este tipo ya sea la forma del diente o cómo están distribuidos en la boca, hacen que se imposibilite la correcta dicción. Las causas pueden ser tanto genéticas o hereditarias, como derivadas de prótesis dentales o por una mala alimentación o alteración hormonal, que hace que haya un desgaste o malformación dental.
- Disglosia mandibular. En este caso, los problemas para articular las palabras residen en una mala oclusión o posicionamiento mandibular. Acciones como chuparse el dedo o usar el chupete demasiado tiempo pueden provocar esta lesión, pero también accidente o alguna intervención quirúrgica.
- Disglosia lingual. La lengua es el órgano afectado en este caso. Puede deberse a la propia morfología lingual que hace que sea muy grande o que haya una parálisis que impide su correcto funcionamiento.
- Disglosia palatal. Esta es la última forma de disglosia y se debe a una alteración en el paladar. Puede haber fisuras en el paladar o una malformación en el desarrollo de este, que impide un correcto posicionamiento de los órganos relacionados con el habla y se dificulta la transmisión del lenguaje oral.
Actividades para las disglosias
Para
reeducar el habla
Se debe realizar ejercicios de
articulación de vocales por separado. Esto es: se puede utilizar diferentes
canciones para la pronunciación de las vocales o consonantes.
Ejercicios
de movilidad para la reeducación del velo del paladar
- Tomar aire por la nariz, inflando la boca y evitando que el mismo salga de la nariz y de la boca por unos segundos.
- Sujetar la punta de la lengua entre los dientes y luego deslizar la saliva entre éstos sin soltar la lengua.
- Practica la pronunciación de la vocal /G/. A continuación practicar la misma vocal sostenida: ggggggggggg
- Realiza ejercicios de discriminación de los fonemas: Ka, Ke, Ki, Ko, Ku; Ta, Te, Ti, To, Tu; Sa Se, Si, So, Su; Pa, Pe, Pi, Po, Pu; etc.
- Ejercicios de succión. Se puede utilizar una pajita o sorbete para fortalecer los músculos faciales.
Para
ejercitar la mandíbula
- Realizar movimientos de masticación de forma exagerada.
- Es importante, además, realizar movimientos de la mandíbula de izquierda a derecha y desde delante hacia atrás.
- Ambos ejercicios tienen el objetivo de fortalecer el trabajo de la mandíbula.
Para
ejercitar los músculos buccinadores
- Los músculos buccinadores son aquellos que se encuentran entre las mejillas. Para su ejercitación deberemos:
- Abrir y cerrar la boca. Hinchar las mejillas con aire y contener éste durante unos segundos.
- Mostrar y enseñar los dientes (incisivos superiores e inferiores).
- Tocar el labio con los dedos y realizar suaves masajes a lo largo de los mismos.
- Realizar pequeños pellizcos en los labios para suavizar la rigidez.
- Masajes en dirección vertical, diagonal y horizontal desde el labio hacia afuera.
Para
reeducar la respiración
- Ejercicios de soplo. Se puede realizar ejercicios con diferente intensidad, frecuencia y ritmo del soplo. En este caso puede ser de utilidad emplear juegos o contar cuentos.
- Ejercicios de coordinación. Realizar inspiraciones y coordinaciones con brazos o piernas. Por ejemplo, inspirar y elevar los brazos; exhalar y bajar los brazos, etc.
- Realizar pompas de jabón o burbujas.
- Jugar con barcos, algodón, plumas, etc. Se pueden confeccionar barcos de papel y colocar en un recipiente con agua, mientras los niños soplan el mismo para que éste se desplace.
- Hinchar globos de diferentes tamaños. Utilizar globos que sean flexibles para los niños.
- Apagar velas, cerillas o llamas soplando las mismas
Ideas practicas
Bibliografía
Molina, F. P. (1970,
January 1). Disglosia labial y palatal en educación primaria. Revista
Internacional de apoyo a la inclusión, logopedia, sociedad y multiculturalidad.
Retrieved March 14,
2022, from https://www.redalyc.org/journal/5746/574660901015/html/#:~:text=La%20disglosia%20es%20una%20patolog%C3%ADa,problema%20del%20Sistema%20Nervioso%20Central.
La Disglosia . Temas
para la educación . (n.d.).
Retrieved March 15, 2022, from https://feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7478.pdf
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